Guardarte las cosas. ¿Qué tan sano es guardarse las cosas? Por ejemplo, me acuerdo que mi papá siempre me decía que no me aguante las g...

Volverse loco

11:46 Aynoa Morán 0 Comments


Guardarte las cosas. ¿Qué tan sano es guardarse las cosas? Por ejemplo, me acuerdo que mi papá siempre me decía que no me aguante las ganas de hacer pipí, porque no era bueno estar guardando esa cantidad de líquido innecesario en mí, y que me podía dar una infección y es peor aún que una mujer se ande aguantando las ganas de nada en la vida, o bueno, de hacer pipí, pero ya me fui por la tangente como siempre. En fin, no guardarse nada, ni líquido con toxinas, ni ganas de hablar, ni ganas de gritarle a algo, o de besar, o lo que sea.
No voy a mentir, claro que me guardo las cosas, pero es que, para esto también hay que ser una estratega, hablar cuando haya que hablar, callarse cuando hay que hacerlo; la planificación es clave.
¿Se imaginan si fuéramos por ahí diciendo todo lo que nos pasamos guardando en el pecho, lo que siempre se queda en la punta de la lengua? El caos.
Ningún extremo es bueno, pero hay que balancear. No se trata de aplicar la de altanera e ir por la vida escupiendo agresividad o llanto, creo que la idea va un poco en buscar ese punto de equilibrio, en el que no dejas que tu mente te gane. Es muy, muy difícil, pero hay que intentarlo. En este proceso, en el que admito no he logrado todavía llegar al bendito balance, creo que no está demás compartir lo que hago de vez en cuando para no volverme loca y optar por aplicar la de la purga.

Llorar. Vamos, que alguien de aquí me niegue que llorar no tiene un je ne sais quoi que ayuda a despejar todo. Es mágico, reparador, liberador. Espera, antes de que te pongas a llorar en cualquier lugar, mejor escoge esos spots en los que te sientas libre de hacerlo. Eso sí, llorar no es para todos, en especial si te vas a pegar el llanto en la ofi y si justo eres de las que se maquillan mucho y te toca volver a tu puesto, siendo así, recomiendo maquillarse after llanto. Si eres de los que cree que llorar te hace débil, entonces aquí termina la lectura para ti, bye bye.
Ahora que ya lloraste, pero todavía sientes que tienes cosas que dejar salir, No hay nada más lindo que pegarse una buena puteada de vez en cuando, agarrar un pato, uno que se lo merezca y dejar salir todos los rayos y centellas del alma.
Y si te da toda la pena del mundo agarrártela con una pobre alma en desgracia, siempre te queda, el amigo/a aguantón. De todos los tipos de amigos que se deben tener, este es el imprescindible. Este ser humano valioso será él/la que siempre puedas llamar para mandar todo a la m… putear sin sentido, echarle la culpa al mundo y por más repetitivo que puedas sonar, esta persona escuchará y te abofeteará de ser necesario. 
Apasiónate por algo. Duh, descubrí el agua tibia. Sé que suena evidente y que de seguro todo el mundo te lo dice, pero es real. ¿Te gusta bailar? Ve y baila. Que no sabes bailar, y qué importa. Que ya estás viejo/a y que no estás para empezar recién a aprender algo nuevo y que es difícil coger el ritmo y… shhh *(inserte aquí cachetada)*, para las excusas, si te gusta hazlo, lo importante acá es liberar la tensión que te da el resto de la vida. Si lo tuyo es el deporte, ve sácale la madre a las pesas, o a esa triste colchoneta eternamente húmeda del gym, o trépate a la bici, sal a correr por ahí.
Confía en el poder de la canción. No quiero adoctrinar a nadie aquí, pero este es mi método favorito. No, no importa qué tipo de música sea tu música favorita, el punto aquí es hacer con ella lo que te ayude a dejar salir las cosas. Ármate un playlists, dos, mezcla esas canciones con las que te vaciabas los pulmones cantando, con esas que te exprimen cada partícula de agua salada del organismo. Cantar no es necesario (aunque siempre es bueno para mí, pobres mis vecinos y padres), deja que la música haga lo suyo. Yo soy fan de los playlist, pero también fan de escuchar álbumes enteros de corrido, ya dependerá de cada persona, solo no le cierres tu corazón de dejarte vibrar de verdad, por una buena rola. 
Aunque podría seguir de largo, acabaré con un pequeño, pero no menos eficiente, bonus tip: Escoge bien a qué le vas a dedicar tu energía. Dejar de guardarse las cosas es importante, pero lo es más saber a qué le vas a dedicar tu tiempo y energía. A mí me costó entenderlo (y aún sigo en eso), pero poco a poco, se logra. No country for stubborn ones.

No te quedes con las ganas, seamos más directos, si queremos algo vayamos por ello, si nos rechazan o si sale feo, lo importante es haberlo vivido y haberlo sacado de nuestro organismo. Dejemos de ser acumuladores de intenciones, dejemos, en general, de acumular cosas que nos van matando por dentro, luego vienen los arrepentimientos, la ansiedad, la mordida de las uñas y otros tics, los tontos tics que no se van y que poco a poco nos vuelven un poco más locos. Seamos locos cuando haya que serlo, pero asegurémonos de no terminar por los parques y calles gritando sobre el apocalipsis que está por venir, que creo que de eso ya no nos salva nadie.

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